Emma Joana, de 5 años, fue ayer por primera vez en este curso a su escuela, un centro público del barrio de la Sagrada Família, en Barcelona. Su madre, Noemí Font, de 39 años, la acompañó hasta la puerta: “Pásatelo bien y haz caso a la maestra”. Más que una despedida, fue un hasta luego. Su madre tuvo que regresar poco después para ponerle una sonda. Aunque tiene todo el derecho del mundo, Emma Joana, con una discapacidad reconocida del 78%, necesita cuidados y no puede quedarse de momento a comer en el cole.
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[fa type=»file-text»] Fuente: La Vanguardia