La crisis provocada por el coronavirus ha traído al primer plano un problema que en tiempos de normalidad casi no se contemplaba: una cierta rigidez del sistema educativo español está impidiendo a familias absentistas por miedo a la COVID seguir el curso escolar. La normativa en este país, a diferencia de otros más flexibles, tiene pocas aristas salvo para algunas excepciones muy concretas: los niños de entre 6 y 16 años tienen que ir a clase presencialmente sí o sí.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario