No existe una fórmula mágica, pero es indispensable que los jóvenes se rodeen de personas que les ayuden a sentirse apoyados, respetados y que no se sientan aislados.
No existe una fórmula mágica, pero es indispensable que los jóvenes se rodeen de personas que les ayuden a sentirse apoyados, respetados y que no se sientan aislados.