La medida, bautizada como la jornada a la carta, creó unas expectativas de flexibilidad que, sin embargo (y como anticiparon muchos laboralistas), están chocando con la realidad de las empresas y los tribunales.
El País
La medida, bautizada como la jornada a la carta, creó unas expectativas de flexibilidad que, sin embargo (y como anticiparon muchos laboralistas), están chocando con la realidad de las empresas y los tribunales.
El País