La sociedad actual nos pauta y exige nuevas formas de educar y ante esto aparecen distintos métodos para conseguir los propósitos que nos ponemos para nuestros hijos. Sin embargo, hemos de ser conscientes de que, a veces, estos procedimientos son un cuchillo de doble filo, especialmente porque pueden hacernos olvidar lo esencial, al destinatario principal y protagonista: el niño.
El Mundo