A estas alturas puede que no sea necesario definir qué es el sexting. Si en los 90 se popularizó el fenómeno de las llamadas eróticas, ya casi entrando en los 2.000 apareció una nueva modalidad de juego erótico: el envío de contenidos sexuales vía SMS. De ahí su nombre, sexting. No es por tanto un concepto nuevo, como tampoco lo son las preocupaciones en torno a esta práctica. Sí son nuevos los recursos que ofrecen nuestros smartphones. La tecnología ha cambiado el sexting: aumenta sus posibilidades y ha cambiado nuestros comportamientos y nuestras dinámicas interpersonales. También ha sumado a un grupo de población que hasta hace solo unas décadas no entraba en este juego: los niños y los adolescentes. Y es aquí donde queda mucho camino por recorrer, pese a todo lo que ya hemos transitado en los últimos años.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País