En agosto de 2016, mi marido y yo descubrimos que estábamos esperando nuestro tercer hijo. Fue una gran sorpresa y alegría después de más de un año intentando concebir. Pocas semanas después de la buena noticia, estaba doblada por las náuseas matutinas, tal y como esperaba, pero también tuve algo que no había tenido en mis anteriores embarazos: depresión.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: Huffington Post