La tendencia actual nos muestra que la adolescencia comienza a una edad más temprana y se esfuma a una más tardía, adelantando los procesos de maduración psicológica. Este fenómeno puede verse por ejemplo en la insistencia que presentan los jóvenes actuales en querer hacer desde bien temprano lo que consideran oportuno, reaccionando mal ante la norma o cuestionando la autoridad; así como la tendencia a mostrar una imagen más típica de edades posteriores o su convicción de poder decidir sobre cuestiones que aún deberían ser potestad de los padres.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: La Razón