El año escolar es largo y exige a los niños esfuerzo y trabajo, además de dejar escaso tiempo libre para disfrutar de sus aficiones o de, como dicen los italianos, el dolce far niente, o el disfrute de no hacer nada. Sin embargo, las ansiadas vacaciones estivales, pueden llegar acompañadas de deberes y obligaciones para recuperar o asentar conocimientos. Pero, ¿hasta qué punto conviene prolongar las tareas escolares durante el verano?Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País