Sreyoun (nombre ficticio) mira con ternura al risueño bebé de 10 meses que se revuelve en sus brazos. “Hemos pasado mucho juntos”, confiesa, se diría que justificando su apego por el pequeño, esta camboyana de 24 años. “Mucho” no hace justicia a su inconcebible historia: forma parte de un grupo de 43 mujeres detenidas en Camboya por hacer de vientres de alquiler para familias extranjeras, algunas de ellas chinas, quedando en libertad provisional bajo la condición de quedarse con los bebés que gestaban. Si no lo hacen, podrían ser condenadas a penas de hasta 20 años de cárcel por tráfico de menores.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País