La maternidad subrogada, como unos lo denominan, o los vientres de alquiler, como dicen otros (también alguna empresa del sector), sigue suscitando una fuerte polémica por lo que se esconde tras el deseo de una pareja de tener un hijo que la naturaleza les niega. Sus defensores, entre ellos la Asociación por la Gestación Subrogada en España, hablan del derecho a ser padres, del altruismo de la gestante y de libertad; mientras que sus detractores (entre ellos, la red estatal contra los vientres de alquiler) hablan de machismo radical, al usar a la mujer gestante como una incubadora, de la compra de un hijo aprovechándose de la precariedad de la madre, la depravación del capitalismo y la degradación de los valores y de cualquier ética.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: La Vanguardia