A sus 11 años, I. V. G. está diagnosticada de “retraso madurativo” que se manifiesta en “dificultades motoras y del lenguaje”, pero que no implica una atención especial en sus diferentes facetas vitales. “No tiene ningún problema. Lo único es que tarda unos segundos en comprender y le cuesta si le hablan muy rápido. Pero ella actúa como una más”, explica Carolina Gómez, su madre, de 46 años, residente en Madrid. Sin embargo, tal y como adelantó la cadena SER, el pasado viernes fue expulsada de un campamento en Aldeaduero, en Salamanca, por el que habían pagado unos 1.600 euros. La empresa encargada, Diverbo, justificó la decisión alegando que no tenía el suficiente nivel de inglés y que no se iba a adaptar al grupo.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País