En 1984, el presidente de EEUU, Ronald Reagan, estableció una norma para todas las organizaciones no gubernamentales (ONG) que quisiera recibir fondos federales: debían abstenerse de promover o realizar servicios relacionados con el aborto en otros países. La medida pretendía reducir el número de abortos en todos aquellos lugares en los que las ONG ofrecían ayuda. Sin embargo, 35 años después, un estudio ha demostrado que esta medida no solo no ha ayudado a reducir los abortos, sino que ha contribuido a un importante incremento de los mismos.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario