La sociedad occidental en la que vivimos se caracteriza, entre otras muchas cosas, por dar una excesiva importancia a todo lo que tiene que ver con las funciones del hemisferio izquierdo. Es por ello por lo que suelo decir que vivimos en una sociedad de izquierdas. Tanto padres como profesores estamos focalizados en tareas académicas, lingüísticas, matemáticas, deportivas, racionales, etc. Por lo tanto, queramos verlo o no, estamos orientados hacia el resultado. Parece que es lo único que importa. Por ejemplo, cuando llega el boletín de notas a casa, solemos prestar atención a los números asignados a cada asignatura, es decir, el resultado, pero nadie para a pensar en el camino tan largo que el niño ha tenido que transitar para llegar a esos resultados y los obstáculos con los que ha topado.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País