Salir del nido no resulta fácil. Los padres cumplen un papel fundamental para dar alas a sus hijos para que encuentren el camino donde pueden desarrollar sus dones y talentos con el fin de sentirse personas completas y felices. Enseñar a volar a los niños, requiere también saber poner límites, pero desde el respeto de “la libertad y la dignidad de la persona. Esto no implica que el niño haga lo que le dé la gana. Al contrario, se trata de ayudarles a desarrollar la capacidad de decidir por sí mismos sobre lo que quieren vivir y hacerles entender que somos libres cuando somos dueños de nuestras propias decisiones, afianzamos nuestra independencia e individualidad y cuando nuestra voluntad se forja en la medida en que podemos aportar nuestros verdaderos dones y talentos al entorno”, explica María José Lladó, psicopedagoga.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País