No parece exagerado decir que los padres y madres de hoy vivimos, cuando éramos niños, de espaldas al mundo emocional. Seguramente en nuestra infancia expresiones como «empatía» o «poner nombre a nuestras emociones» eran poco habituales, y lo mismo en la de nuestros padres y madres. Sin embargo, nos ha tocado educar en un momento en el que se subraya y reconoce el papel de las emociones en la salud de nuestros hijos y proliferan los consejos para fomentar la empatía, el reconocimiento de los sentimientos y la escucha activa de los menores.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario