Hay parejas que discuten sin cesar, que airean sus problemas una y otra vez, sin ser capaces de poner esa energía en encontrar el camino de la solución. Son las llamadas relaciones hostil-dependientes (porque paradójicamente están fuertemente unidas en el conflicto). A simple vista podría parecer que tratar a estas personas en constante bronca es el mayor reto con el que un terapeuta relacional podría encontrarse.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo