Imaginemos una familia de cazadores recolectores de hace 25.000 años. Su modo de vida es ir trasladándose de un sitio a otro por la sabana africana sobreviviendo de lo que cazan y encuentran, incluso carroña. ¿A la hora de sobrevivir y evolucionar, qué es mejor? ¿Tener tres hijos del mismo carácter compitiendo a ver cuál caza mejor? ¿O tener un hijo buen cazador, otro buen observador de la naturaleza que sepa qué planta y qué fruta es comestible y otro hijo muy amable y dotado para las relaciones con otros grupos de cazadores a los que pueda pedir o con los que pueda intercambiar comida cuando haya escasez?Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País