En 1956, 200 mujeres de escasos recursos de Puerto Rico se convirtieron en pioneras en el consumo de la píldora anticonceptiva sin ellas saberlo. Cinco años antes, la fundadora de la Federación Americana de Planificación Familiar, Margaret Sanger, había logrado un último empujón financiero para la investigación de este fármaco: se eligió a este grupo de mujeres para ponerlo en práctica a gran escala por primera vez. Apenas se les informó de los efectos secundarios y se produjeron muchos abandonos. Tres años después, la píldora ya estaba en el mercado.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País