Dos de las principales demandas de las personas con autismo son que su inclusión en la sociedad sea real y que se les respete. Dos cosas que no ha sentido Joanne Logan, madre británica, con cinco hijos. A uno ellos, Charlie, de siete años y con autismo, su profesora de primaria le hacía ponerse un chaleco reflectante amarillo durante el recreo para que todo el centro escolar supiera que el menor padecía este trastorno del neurodesarrollo. Ella lo ha denunciado al colegio al Tribunal de Necesidades Especiales y Discapacidad y espera ganar la demanda “por el bienestar de todas las familias que están criando a niños con necesidades especiales educativas”.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País