En menos de una semana se han sucedido tres ataques a centros de menores de jóvenes que han migrado solos a España. Uno en Casteldefells, otro en Canet de Mar y el último en la Zona Franca de Barcelona. La violencia hacia estos chicos no es nueva. Dos murieron en Melilla cuando estaban bajo la tutela de centros de menores el año pasado. Soufiane había perdido un pie haciendo «risky», intentando cruzar a la Península. Mamadou sufrió varias paradas cardiorespiratorias aparentemente después de que le redujera la seguridad privada del centro. Ninguna institución pública informó a su familia y la cruel respuesta del consejero del PP cuando se le reprochó esto fue «que los padres hubieran venido antes y no a por su cadáver».Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario