i existe algún instinto que sea universal y perpetuamente impreso en los animales y en nosotros, puedo decir que, a mi juicio, tras el afán que tienen los animales por su conservación y por evitar lo nocivo, ocupa el segundo puesto el amor que engendran por su prole». Lo dijo Michel de Montaigne en sus «Ensayos» y la frase no puede ser más vigente. Porque hoy la ciencia sabe que existe un instinto paternal del que cada vez comenzamos a tener más constancia: que la figura paterna es clave insustituible en la educación de la prole y que para el hombre contemporáneo convertirse en padre forma parte fundamental de su pleno desarrollo.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: La Razón