«¿Cómo dejas a tu hijo, tan pequeño, solo con su padre?». Esta simple pregunta, que le hicieron a Elena Arcos cuando volvió a su puesto a las seis semanas de nacer su primer bebé, condensa los prejuicios a los que aún se enfrentan las parejas que deciden salirse del modelo tradicional y que sea el hombre el que aproveche las posibilidades de conciliación que la ley concede a los trabajadores con hijos. «¿Con quién va a estar mejor que con su padre?», contestaba Arcos, actualmente directora de Recursos Humanos de una empresa con 80 empleados.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País