Los padres divorciados no tienen obligación de mantener de por vida a sus hijos. Una vez alcanzada la mayoría de edad, los progenitores pueden alegar determinados motivos por los que consideran que los hijos ya no son merecedores de ese derecho. El mal rendimiento académico de los jóvenes que, alcanzada determinada edad, tampoco trabajan ni lo intentan, es una de las razones más habituales por las que los tribunales les retiran la pensión alimenticia. Una reciente sentencia del Tribunal Supremo (cuyo texto puede consultar aquí), apunta un nuevo motivo por el que los padres pueden solicitar la extinción de dicha obligación: el total desapego y falta de relación de los hijos con sus padres siempre que esta situación sea achacable principalmente a los jóvenes y se acredite plenamente.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País