Una de las batallas ideológicas más intensas del último siglo es la que enfrenta a los que piensan que existe una naturaleza humana fija, modelada por un dios o por la historia evolutiva, y los que creen que los seres humanos, a diferencia del resto de los animales que habitan la Tierra, nacen siendo un folio en blanco sobre el que quienes controlen la sociedad podrán escribir lo que deseen. En los últimos años, sin embargo, la posibilidad de analizar grandes cantidades de variantes genéticas en amplios grupos de personas ha empezado a mostrar una realidad más intrincada.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País