Cuando la película Tully comenzó su promoción en España un par de meses antes de su estreno yo acababa de tener a mi tercer hijo. Esto fue más o menos hace un año. Mi tercera maternidad fue totalmente inesperada y llegó cuando las otras dos hijas que tenemos eran ya lo suficientemente autónomas como para poder expresar esa frase tan de padres “estamos empezando a ver la luz a final del túnel”; ya saben, montarte en el coche y que ellas se pongan su cinturón de seguridad, que ya se saben bañar y vestir solas, que se levantan el sábado y domingo y no te despiertan para que les hagas el desayuno o les pongas una peli porque saben hacerlo solas.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: La Razón