Entre los delitos relacionados con la informática y las nuevas tecnologías el fraude económico sigue estando, con mucha ventaja, en cabeza. Le siguen múltiples categorías que la revolución digital continúa sembrando y expandiendo en muchos ámbitos, entre ellos el de las escuelas. El mejor ejemplo es el del sexting o la pornovenganza, que han encontrado entre los menores de edad terreno abonado para seguir incrementando sus cifras año a año.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo