Vivir en un hogar bilingüe favorece el desarrollo cognitivo y el desarrollo de los niños más que hacerlo en uno en el que se habla un solo idioma. Y este efecto positivo se produce desde que los bebés tienen seis meses, así lo concluye un estudio elaborado por la Universidad de York (Canadá) y que se publicó el pasado enero en la revista Developmental Science. Mediante el uso de imágenes, mostradas en una pantalla, los pequeños que vivían en casas donde se hablaba más de una lengua “demostraron un mejor control de la atención y facilidad de aprendizaje”Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País