La vuelta al cole tras las vacaciones de Navidad ha traído una sorpresa al colegio concertado Montedeva, en Gijón. Tres alumnos de 5º de primaria (11 años) llevaban a clase juguetes nuevos y problemáticos: relojes capaces de hacer llamadas de emergencia, sacar fotos, grabar vídeo y que además permiten a los padres localizar e incluso espiar las conversaciones de sus hijos, gracias a una aplicación del móvil que sigue el GPS y controla el micrófono de forma remota. “En el claustro no teníamos conocimiento de que esta tecnología existía”, dice el director del centro, Miguel Marcos, que ha optado por prohibir los dispositivos para proteger la privacidad de alumnos y profesores.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País