Vivir en pareja sigue siendo lo más habitual en los hogares españoles, pero las normas han cambiado. Donde la tradición dice matrimonio con hijos, las estadísticas más recientes del INE, de 2018, apuntan que a ese modelo solo se adaptan ya el 31%. Las parejas siguen siendo la forma dominante de convivencia, un 55%, a pesar de que la vivienda unipersonal sigue aumentando (son el 25% del total) y que las uniones matrimoniales pierden popularidad y se retrasan en el tiempo. Quedan cada vez menos casos como los de ahora padres y abuelos de millennials que se emancipaban por primera vez ya habiendo pasado por el altar, con mujeres dependientes económicamente, y a menudo guiados más por una imposición familiar y social que por decisión propia.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País