Me llamó mucho la atención porque considero Los Soprano la serie de la paternidad de mi santo. Yo también intenté verla con él recién parida (Cecilia y yo tenemos dos niños de edades semejantes), pero fue un rotundo fracaso. Mi cuerpo de sangre y leche no me pedía mafias y violencia, por mucha calidad que tuvieran. Quería visionar historias más amables.Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
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