Compaginar la vuelta al trabajo y la lactancia es uno de los problemas fundamentales con los que se encuentran las madres lactantes. Una vez se acaba la baja maternal, son muchas las trabajadoras que se deciden por el destete, “por el mito equivocado de que la lactancia materna nocturna les hace despertarse más veces, por lo que esto puede afectar a su rendimiento laboral durante el día”, explica por teléfono a EL PAÍS, María Berrozpe, madre y doctora en Ciencias biológicas por la Universidad de Barcelona. “Está demostrado científicamente que la lactancia está asociada al sueño, al sueño profundo, tanto para la madre como para el bebé. Y es más, hay estudios que demuestran que las madres que amamantan a sus retoños, estos duermen mejor que aquellos que son alimentados con biberones”, añade la experta.
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