Catherine y Virginia son dos solteras británicas que se definen como muy conservadoras y que viven juntas desde hace más de 30 años. Ambas son propietarias de una casa en Clapham, al sur de Londres, y madres de Olivia. La legislación, sin embargo, no reconoce la fuerza de su vínculo ni les permite acceder a los beneficios fiscales por conformar una familia. ¿Por qué? Porque no son una pareja gay. Son hermanas. «Somos una familia alternativa, pero la ley no está de acuerdo», proclama Catherine en el diario británico The Guardian.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País