«Mi ratoncita estaba allí quieta, como una osa silenciosa en hibernación. Tuvieron que sacármela». Son las palabras con las que la artista Paula Bonet nombra su aborto. En un año sufrió dos pérdidas gestacionales y del silencio de la primera vez pasó al grito público. Con un post en Instagram y con un artículo en eldiario.es rompió un silencio, el de los abortos espontáneos. Lo que comenzó en redes y medios se convirtió en un libro: ‘Roedores. Cuerpo de embarazada sin embrión’ (Literatura Random House). Textos y dibujos que buscan conformar un léxico para hablar de lo que nos sucede a las mujeres y queda en el lado oculto de la realidad. «No es un libro que busca consuelo, es un libro que busca nombrar, contar», dice.
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