Las escuelas-bosque se abren paso como alternativa a la educación infantil reglada

Quim March vive en Can Ribals, a siete kilómetros de Lles de Cerdanya (Lleida). Su familia cada día hace 20 kilómetros en coche para llevar a su hijo a la escuela-bosque Arrels, en Cortariu, un pequeño núcleo de Bellver de Cerdanya. A través de este proyecto de pedagogía alternativa, su pequeño de tres años –a punto de cumplir cuatro– pasa todo el día en el bosque. Va a una de las pocas escuelas-bosque de Catalunya, en la que se aprende de todo directamente en la naturaleza.

Leer más [fa type=»long-arrow-right»]

[fa type=»file-text»]  Fuente: La Vanguardia
[fa type=»camera”]  Autor de la imagen: Annie Spratt | Unsplash

Deja un comentario