Rosa para ellas, azul para ellos. Deportes, cosa de chicos; manualidades, para chicas. Son solo un par de ejemplos de los estereotipos con los que la sociedad, tradicionalmente, ha definido cómo debe ser el día a día de los más pequeños, su desarrollo y su personalidad. Cada vez son más los padres y las escuelas que se tratan de cambiar esta realidad y de utilizar la educación para construir una sociedad en la que ser mujer no sea sinónimo de encontrar más obstáculos en el camino. Porque algunas veces son más dolorosas las barreras mentales que las trabas físicas.
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: astrid westvang | Flickr