A Paquito no le esperaban tan pronto. Consuelo, su madre, marcó en el calendario el 23 de julio de 2015 como día D, pero el pequeño dejó claro en marzo que lo suyo eran las prisas. Una hemorragia inesperada en la semana 21 de embarazo lo precipitó todo. «Los médicos me dijeron que tenía que aguantar hasta la 24, que es cuando existe un porcentaje de esperanza de vida mayor», cuenta Consuelo.
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[fa type=»file-text»] Fuente: 20 minutos