Se nos van. Como nosotros también nos fuimos un día, felices y asustados. Pero se nos van. Los hijos se han hecho mayores. Tienen ya la edad de querer comerse el mundo. Terminados los estudios, unos buscan su primer trabajo y otros se matriculan en la Universidad. Muchos se irán a vivir fuera. Su primer piso compartido. Su primera libertad verdaderamente libre. Nuestra casa de repente se hace gigante. Sillas vacías. Habitaciones vacías. Todo extrañamente en su sitio, angustiosamente ordenado.
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[fa type=»file-text»] Fuente: 20 minutos
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Grégoire Bertaud | Unsplash