¿Es la autoridad ejercida por un líder un principio innato en el ser humano? ¿O aprendemos a reconocerla y aceptarla mediante la educación? Un curioso experimento que aparece publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), sugiere que estamos preparados para saber quién manda y cuál es la fuente de su poder muy pronto en la vida. En el estudio, bebés de 21 meses fueron capaces de distinguir a un líder de un matón. Los primeros son obedecidos siempre; los segundos, solo en su presencia. Para los autores, estos resultados indican que la comprensión de los pequeños del mundo social es mucho más sofisticada de lo que se pensaba anteriormente.
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: ABC
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Kent Kanouse | Flickr