“Puedo cambiar de opinión, pero no me digas que estoy equivocada»

n su autobiografía, Solterona, Kate Bolick partía de la idea de que la vida de una mujer se construye alrededor de contestar(se) desde pequeña dos preguntas: con quién va a casarse y cuándo. Aunque las respuestas sean «nadie» y «nunca». Esto puede tener una variante: si va a tener hijos y a qué edad.
En una clase de Ética de 4º de la ESO pasó. Solo Rebeca levantó la mano para decir que no quería; otros compañeros o tenían claro que sí, o dudaban.

Leer más [fa type=»long-arrow-right»]

[fa type=»file-text»]  Fuente: El Diario

Deja un comentario