«La falta de varón no es un problema médico». Así justificó en 2013 la entonces ministra de Sanidad, Ana Mato, la exclusión de las mujeres lesbianas, mujeres bisexuales con parejas femeninas y mujeres solas de la reproducción asistida en el sistema público. Sin hombre al lado, no hay hijos, vino a decir la titular de la cartera tras el Consejo Interterritorial que fijó los nuevos servicios. Daba así el pistoletazo de salida a una discriminación flagrante que cinco años después llega a su fin, según anunció el pasado viernes el Consejo de Ministras coincidiendo con la semana del Orgullo LGTBI.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: ZEISS Microscopy | Flickr