Piense por un momento en estas tres palabras: cuidado, afecto, sensible. Tal vez las relacione con un ser querido, con las cualidades que desea para alguien o con las atenciones que le gustaría dispensar a un niño. Pero ¿pensó usted en salud, nutrición, seguridad, respuesta a necesidades o aprendizaje? Eso es lo que esconde la expresión “cuidado afectuoso y sensible”, una traducción del término inglés nurturing care con el que se quieren resumir todos los aspectos que intervienen en el proceso de maduración de un niño y que tan cruciales son en la primera infancia.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Leo Rivas | Unsplash