Me duele la mano. Desde hace días. Concretamente, los dedos. El dolor se vuelve intenso cuando sostengo el móvil, cosa que hago 16 de las 24 horas que tiene el día. Hace días que lo pienso. Y entonces el móvil se calienta. Debe ser por su uso intensivo. No es normal. Algo le pasa. Y entonces pienso en la niña de dos años, que ya me roba el móvil para ver Bebé jefazo o Pocoyó. Sube y baja los vídeos de YouTube como si nada. A ella también se le calienta el teléfono. A los cinco minutos el aparato arde. No es normal. Es el aparato que me proporciona la empresa, vaya por delante y sin querer insinuar nada.
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: r. nial bradshaw | Flickr