¿Su hijo experimenta algo similar a un cortocircuito comunicativo que le impide hablar en determinadas situaciones, contextos o con personas concretas? Puede deberse al mutismo selectivo, “una variedad de trastorno de ansiedad que puede ser hereditario y se puede comparar con una timidez extrema. Afecta a alrededor de uno de cada 1.000 niños, aunque de manera poco habitual, puede mantenerse durante la adultez y se considera como un trastorno cuando se manifiesta durante más de un mes de tiempo”, explica Iván Carabaño Aguado, médico adjunto del servicio de pediatría en el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Caleb Woods | Unsplash