El Gobierno chino quiere que haya más nacimientos, pero sus ciudadanos no están nada convencidos

Liu Wen, una funcionaria de la provincia noroccidental de Qinghai, en China, recuerda la noche anterior a su regreso al trabajo después de una baja por maternidad de tres meses. Estaba ansiosa. «Me repetía a mí misma que no había motivos para estar preocupada, que me relajara, que durmiera bien y que mañana sería un nuevo comienzo”. Su marido, un doctor, estaba de guardia esa noche, así que estaba sola con el bebé. Alrededor de la una de la madrugada, su hijo empezó a llorar. Mientras lo abrazaba, ella también se echó a llorar.

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[fa type=»file-text»]  Fuente: El Diario
[fa type=»camera”]  Autor de la imagen: Beryl_snw | Flickr

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