En este momento de mi vida, me hallo inmersa en todo lo relacionado con la maternidad. Parece que mi vida se limita a mamá/bebé/matrimonio y lactancia/lloriqueos/cansancio/risitas/etc. Todos los días la misma historia. Últimamente, siento que únicamente existen dos mundos: uno es perfecto, impoluto, moderno y lo sabe todo: este mundo se llama redes sociales. En las redes, la maternidad es maravillosa y mágica y es exactamente como toda mujer se hubiera imaginado.
Y luego hay otro mundo: los medios y su forma de describir la maternidad. Aún no he visto la película Tully, pero solo ver el tráiler ya me entristece. Por otra parte, vi el primer capítulo de la serie de Netflix The Letdown y me sentí identificada, sí, pero también algo desesperanzada.
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