Ya sea por miedo, por temor o desconfianza, muchos son los padres que tratan de ayudar a sus hijos constantemente proporcionándoles redes de seguridad, convirtiéndose en el centro de sus preocupaciones familiares. Actúan de parapeto ante el dolor, la tristeza y cualquier otro sentimiento negativo, frenando su frustración y solucionando ellos mismos cada problema que se les presenta. Este modelo educativo se conoce conoce como sobreprotección o hiperpaternidad y las consecuencias afectarán a la salud emocional del pequeño.
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