Hasta la puerta de la sede de Fundación Madrina en Madrid llegan a diario muchas madres desperadas. Desde mujeres sin pareja y sin trabajo con niños pequeños a su cargo, hasta adolescentes embarazadas que son abandonadas por sus novios en la misma puerta. Algunas ni siquiera tienen para dar de comer o vestir a sus bebés. «Las que llegan a nuestros hogares son las más pobres entre las pobres», resume Conrado Giménez, presidente de esta entidad.
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Victor Camilo | Flickr