Etimológicamente hablando, el concepto de emoción proviene del latín emovere que significa “movimiento hacia”. Por lo tanto, las emociones nos impulsan a realizar una acción. Si tuviéramos que hacer una breve clasificación de las emociones, las dividiríamos en emociones de aproximación, estas son las que erróneamente se denominan emociones positivas, y emociones de defensa. Algunas de las emociones de aproximación más frecuentes son la alegría y la curiosidad, mientras que dentro de las emociones de defensa encontramos el miedo, la rabia y la tristeza.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Ratiu Bia | Unsplash