De siempre me ha gustado ser autónomo, no de esos que pagan su seguridad social, trabajan por cuenta propia y jamás se ponen malos. No, me refiero a gozar de autonomía personal y disfrutar con mi familia de la libertad de depender de los demás lo menos posible.
Soy un manitas, en mi casa no entra un electricista ni un fontanero ni casi ningún profesional a no ser que la avería o el obrón sea mayúsculo. Esto lo he intentado llevar a todos los ámbitos de la vida, de hecho, a mis hijos solo los llevé una vez al pediatra.
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: UW Health | Flickr